La OCDE y sus expertos opinan que es urgente meter el acelerador a la educación. Pero, dicen, los resultados de las pruebas PISA en México muestran que la mejoría no sólo es posible, sino que puede hacerse en un plazo relativamente corto.
En Matemáticas se ha visto un adelanto notable. México fue el país que mayores incrementos tuvo en su puntaje: de 2000 a 2009 subió 33 puntos, lo cual no significa que haya abandonado la cola pero, si se mantiene así, “parece estar en el camino para alcanzar los objetivos del gobierno para 2012”.
Más aún, la variación tan grande entre escuelas, aún de similares niveles económicos, muestra que la mejoría no está limitada por restricciones socioeconómicas y que las escuelas mexicanas pueden aprender de otras escuelas mexicanas. No hay pretextos.
En Strong Performers and Successful Reformers in Education: Lessons from PISA for Mexico (2010), los expertos de la OCDE toman un punto de partida: no es por azar que algunos países tengan buenos resultados. “Hay algunos principios comunes al éxito educativo”. Van algunos ejemplos:
Situar la educación como algo valioso, entre padres, maestros y ciudadanos. Es importante tener la convicción, compartida por todos los interesados, de que cualquier estudiante puede lograr buenos resultados en su aprendizaje.
Establecer estándares ambiciosos, coherentes y bien enfocados en todo el sistema educativo. Ambiciosos en serio: los países con expectativas altas hacia los estudiantes, los profesores y la educación en general tienden a lograr mejores resultados.
Desarrollar más capacidad en el frente: formar, seleccionar y retener mejores docentes. La calidad de un sistema educativo no puede exceder la calidad de sus maestros y sus directivos.
Contar con una organización en la que los maestros puedan desarrollar todo su potencial. Esto significa pasar de sistemas burocráticos y controladores a otros que den más peso a los directores de escuela y al profesorado. En los países donde esto se ha vinculado con procedimientos de transparencia efectiva, hay evidencia de mejor desempeño escolar.
Opinión: es cierto que en la prueba de PISA, México no ha obtenido mejoras considerables en los resultados y recordando lo que hemos visto en las clases, el principal problema es querer compararnos y competir con aquellos países que en diversos ámbitos están mejor que nosotros.
Lo que necesitamos es empezar a atender nuestra realidad, por la convicción de brindar un mejor servicio educativo a los estudiantes y no sólo por alcanzar resultados más altos, algo común que ocurre en las escuelas al momento de llegar las evaluaciones.
Estos y otros puntos que conducen al éxito educativo han sido expuestos en diversas ocasiones y creo que es el momento de aplicarlos de verdad, reconociendo que el proceso inicia en cada escuela con un director comprometido con su trabajo.
En Matemáticas se ha visto un adelanto notable. México fue el país que mayores incrementos tuvo en su puntaje: de 2000 a 2009 subió 33 puntos, lo cual no significa que haya abandonado la cola pero, si se mantiene así, “parece estar en el camino para alcanzar los objetivos del gobierno para 2012”.
Más aún, la variación tan grande entre escuelas, aún de similares niveles económicos, muestra que la mejoría no está limitada por restricciones socioeconómicas y que las escuelas mexicanas pueden aprender de otras escuelas mexicanas. No hay pretextos.
En Strong Performers and Successful Reformers in Education: Lessons from PISA for Mexico (2010), los expertos de la OCDE toman un punto de partida: no es por azar que algunos países tengan buenos resultados. “Hay algunos principios comunes al éxito educativo”. Van algunos ejemplos:
Situar la educación como algo valioso, entre padres, maestros y ciudadanos. Es importante tener la convicción, compartida por todos los interesados, de que cualquier estudiante puede lograr buenos resultados en su aprendizaje.
Establecer estándares ambiciosos, coherentes y bien enfocados en todo el sistema educativo. Ambiciosos en serio: los países con expectativas altas hacia los estudiantes, los profesores y la educación en general tienden a lograr mejores resultados.
Desarrollar más capacidad en el frente: formar, seleccionar y retener mejores docentes. La calidad de un sistema educativo no puede exceder la calidad de sus maestros y sus directivos.
Contar con una organización en la que los maestros puedan desarrollar todo su potencial. Esto significa pasar de sistemas burocráticos y controladores a otros que den más peso a los directores de escuela y al profesorado. En los países donde esto se ha vinculado con procedimientos de transparencia efectiva, hay evidencia de mejor desempeño escolar.
Opinión: es cierto que en la prueba de PISA, México no ha obtenido mejoras considerables en los resultados y recordando lo que hemos visto en las clases, el principal problema es querer compararnos y competir con aquellos países que en diversos ámbitos están mejor que nosotros.
Lo que necesitamos es empezar a atender nuestra realidad, por la convicción de brindar un mejor servicio educativo a los estudiantes y no sólo por alcanzar resultados más altos, algo común que ocurre en las escuelas al momento de llegar las evaluaciones.
Estos y otros puntos que conducen al éxito educativo han sido expuestos en diversas ocasiones y creo que es el momento de aplicarlos de verdad, reconociendo que el proceso inicia en cada escuela con un director comprometido con su trabajo.
Petersen Farah, Luis (2010, diciembre 12). PISA 2009: la visión optimista y el desafío. Milenio [En línea], Español. Disponible: http://impreso.milenio.com/node/8880122 [2010, diciembre 18]
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